“La experiencia física del libro no tiene reemplazo” julio 17, 2020 – Publicado en: Entrevistas – Tags: , ,

Por Marcelo Melo
Cristian Aliaga, director de la editorial Espacio Hudson afirma que aunque se están imponiendo las publicaciones virtuales, el espacio editor que dirige seguirá apostando al papel, a las páginas, a que la tinta siga quedando en los dedos.
Ediciones Espacio Hudson posee un perfil de fuerte pertenencia con la Patagonia y una vocación universal. Su repertorio de obras abarca el pensamiento crítico, los estudios políticos y de género, la investigación periodística, el ensayo, la narrativa y la poesía. Posee sedes en Comodoro Rivadavia, Rada Tilly, Lago Puelo, Buenos Aires, además de una librería propia en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Desde 2015 integra la cooperativa de distribución La Coop
-Hoy, y pareciera que aún más en tiempo de cuarentena, la realidad va camino a ser virtual, ¿las editoriales también?
-Si bien estamos preparando la edición de libros digitales, seguiremos apostando al libro impreso. Estoy convencido que si bien se leen e-books, PDF o Epub, la experiencia de leer en papel es insustituible y no va a desaparecer. Muchos lectores y lectoras valoran la experiencia digital (como en esta “fiebre” de liberación de libros que se desató durante la cuarentena), pero siguen comprando libros impresos. Fernanda García Lao, una narradora cuya obra me gusta mucho, dice -más allá de la polisemia del término- que el PDF o e-book es una herramienta de autosatisfacción”, pero que la experiencia física del libro no tiene reemplazo.
Leí hace poco, en Scientific American, que al pasar las páginas de un libro de papel realizamos una actividad similar a dejar una huella tras otra por un camino. Hay un ritmo, una cadencia y un registro visible en el paso de las hojas impresas. El cerebro percibe un texto impreso en su totalidad, como si fuera un paisaje.
-¿Cómo los afectó este problemón de salud pública mundial?
-La pandemia y la cuarentena colocaron a muchas actividades en una zona de inmovilidad y crisis, y las editoriales no quedaron al margen, están sufriendo mucho esa cuestión. En nuestro caso, en este momento estamos trabajando con venta directa.
-Si tuvieras que analizar la importancia de una editorial en esta zona, ¿en qué harías hincapié?
-Argentina es un país federal solamente en el texto de la Constitución. Por eso es tan grande el desequilibrio entre CABA y las provincias. Eso fortalece la necesidad de gestar proyectos culturales desde la Patagonia.
Trabajar para instalar una visión propia y no hacer seguidísmo de las modas instaladas desde el centro del país. Tenemos una colección en conjunto con la Legislatura de Neuquén y estamos trabajando en otra colección con instituciones públicas y privadas de Comodoro Rivadavia, que esperamos lanzar pronto. Instalar temas de debate a través de los libros tiene una gran tradición en la Argentina (basta recordar a la antigua EUDEBA y el Centro Editor de América Latina). En su momento fundé la Editorial Universitaria de la Patagonia en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB) junto a Andrés Cursaro y el respaldo del rector Arturo Canero.
-Hablanos de los protagonistas de editorial Hudson…
-Para nosotros es esencial la jerarquización de autores que escriben desde la Patagonia, dentro de un marco general de inclusión de escritores argentinos y de otros continentes. Una de las líneas específicas está dirigida a la publicación de obras surgidas en literaturas poco difundidas y la producción de los autores más jóvenes. En nuestro catálogo están Asencio Abeijón, Diego Angelino, David Aracena, Raúl Artola, Raúl Mansilla, Ariel Williams, Héctor Mendes, Gerardo Burton y Carlos Nuss -por ejemplo- pero también clásicos argentinos y del resto del mundo como Juan Gelman, Emily Dickinson, Diana Bellessi y Arturo Carrera.
-Pero también autores de pueblos originarios y la obra de un rockero inolvidable…
-Las culturas de los pueblos originarios están reflejadas en una colección especial. En ella estamos reeditando una versión ampliada de Reuëmn. Poesía de mujeres mapuche, selknam y yámanas. Y están en preparación libros de Liliana Ancalao y David Aniñir, además de la biografía ampliada de Aimé Painé, que escribió Cristina Rafanelli. Entre nuestros libros que se agotan está el que compila las canciones de Titín Naves (notable autor, fundador de la banda C113 Vicios), pero también nuestras antologías de poesía saharaui (la última colonia de Africa) y catalana.
-¿Cómo se fueron haciendo lugar?
-Espacio Hudson se inició en 2007 con una distribución en librerías, para luego perfilar una colección que tuviera salida en los quioscos junto al diario El Extremo Sur. Comprobamos que gente de Chubut y Santa Cruz, que no tienen librería alguna, veían a nuestros libros en el quiosco y los compraban. Con una editorial pequeña, uno piensa qué contenidos aportar y cómo encontrar lectores dentro de un mercado saturado de “novedades viejas” y dominado por los tanques del sector, que dominan la visibilidad de las librerías. Esta opción terminó dando un sentido a la editorial, que ahora complementamos con nuestra pertenencia a La Coop, que gestionamos en conjunto con otras editoriales y tiene una librería propia en CABA.
-¿Cómo imaginás los lectores de tu espacio, de sus ediciones?
-Atentos, abiertos, interesados en distintas estéticas y que valoren un catálogo diverso. A muchos les interesa la temática patagónica, pero la mayoría se acerca con gusto a la narrativa, la poesía y el ensayo. Hoy no hay otro proyecto semejante en la Patagonia. Dentro del cambio de tecnologías y paradigmas ideológicos, creemos que es posible recuperar afinidades entre autores de distintos lugares del mundo, pero con miradas ideológicas y estéticas que confluyen, y hacer conocer sus obras ante otros públicos. Nos gustan las mixturas y los cruces. Nos interesa el debate político y la relación entre literatura y política. La colección de temas de género está creciendo y circulan mucho: “Cuerpxs en fuga. Las praxis de la insumisión” de Sasa Testa y “Heridas que no cierran (poemas sobre femicidios)” de Gerardo Burton.
-¿Se llega de la periferia al resto del mundo?
-Reafirmamos la concepción de un catálogo que por definición no es “provinciano”, aunque trata de poner en circulación lo que se produce en el Sur, al tiempo que reivindicamos que desde esta supuesta periferia podemos instalar cosas que tienen relevancia internacional y que a veces no la han tenido a nivel editorial en la Argentina. Reivindicamos la producción artística, simbólica y material desde estos lugares que habitualmente son considerados periféricos, en aquella vieja lógica de centro/periferia, caracterizada por la mirada colonial. Cuestionamos la idea de centro como lugar de producción hegemónica; no por estar geográficamente alejados estamos en inferioridad cultural.
-¿En qué proyectos están trabajando para el futuro cercano?
-La revisión de la historia de los territorios del Sur -desde los fusilamientos de Santa Cruz que investigó Bayer hasta la masacre de Trelew en 1972 o la persecución persistente a descendientes de mapuches y tehuelches- incluye muchos capítulos pendientes. Hay debates intensos y vigentes que cruzan elementos históricos con hechos de actualidad rabiosa, como el debate por los recursos naturales en relación con las explotaciones mineras, las tierras en manos extranjeras, la lucha de los pueblos originarios y la discrecionalidad de la Justicia. Además, “Espacio Hudson” tiene en preparación obras de autores iraquíes, mexicanos, peruanos, y españoles.
Contacto: Los lectores pueden ingresar a www.espaciohudson.com o escribir a contacto@espaciohudson.com para realizar pedidos que se entregan a domicilio con descuentos especiales y envío sin cargo, tanto en Comodoro Rivadavia y Rada Tilly.

 

Fuente: Diario Crónica 

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