El escritor sanmartinense, autor de Los otros invisibles y de NATI. El tiempo congelado es un laberinto eterno, lanzó en pandemia su libro El ojo negro y otros relatos. Esta nueva obra compila historias de ficción que suceden en el escenario patagónico. Con personajes que muestran su lado oculto y nos hacen reflexionar sobre el día y la noche, la vida y la muerte. En diálogo con El Tábano Digital, Marcelo Impemba habla sobre su nuevo libro.
TD: ¿Cómo surgieron los cuentos de El ojo negro y otros relatos? ¿Cuándo fueron escritos?
MI: Escribir para mí se ha vuelto una necesidad personal. En los últimos tres años, me fui afianzando en una narrativa de ficción, algo pendiente y necesario al mismo tiempo, en parte para compensar tantos trabajos académicos, en mi labor universitaria, que tienen una lógica muy formal y estructurada.
Con el tiempo, los cuentos tomaron forma e independencia propia, y escribo como una necesidad de expresar esa relación de un mundo interior que se vincula con lo exterior. Y lo más interesante, me permite transformarla en ficción. Fueron terminados de reescribir (suelo reescribirlos varias veces) durante el año pasado 2020, una consecuencia en este caso positiva de la pandemia, me dio y me di tiempo de escribir para sobrellevarla también.
Fue un tiempo en paralelo con la escritura de mi otro libro NATI. El tiempo congelado es un laberinto eterno, intercalando la investigación y no ficción.
TD: ¿Qué temáticas tratan?
MI: Son relatos de ficción ambientados en la Patagonia, el vasto escenario donde transcurren mis historias. También lo local se presenta como disparador de historias cotidianas pasadas o actuales, reformuladas y transformadas por el tamiz del escritor. Algo que me contaron, una historia que sucedió o leí al pasar, relatos que van surgiendo, sin llamarlos muchas veces. También están vinculadas con mi experiencia laboral, después de tantos años de trabajo de campo en mi profesión, que abarcó una gran porción de la cordillera andino patagónica.
Lo real y lo irreal, lo que vemos e imaginamos. El día y la noche, la vida y la muerte. Personajes que sacan su lado oculto.
TD: ¿Hay algún eje en común entre los relatos?
MI: Si lo pudiera sintetizar, diría que es lo fantástico, lo real e irreal que se mezclan, entrecruzan, funden y se disputan continuamente. Puede ser punto de partida como decía un hecho cotidiano, y luego va entrando hacia un terreno de lo desconocido, tal vez otro plano de la realidad. Los miedos y temores que tenemos todos, un paisaje que puede se encantador y también peligroso, oscuro, extraño y abrumador. Eso que nos puede llegar a aterrorizar.
TD: ¿Cómo fue lanzar el libro en pandemia?
MI: Por un lado, en un momento particular como este, que seguimos atravesando, y donde se lee de la crisis de las editoriales y librerías que cierran, es todo un desafío. También se lo puede ver desde otro plano, uno se convence y confía en el interés que puede despertar lo que tienen que decir los escritores locales, que de alguna manera nos reflejan, nos cuenten cosas extrañas y al mismo tiempo conocidas, de distintas maneras y formatos (narrativa, poesía, ensayos, etc.).
TD: En relación a tus libros anteriores, ¿cuál dirías que es la particularidad de este?
MI: Mi primer libro publicado como único autor Los otros invisibles es de base académica-histórica, pero ya tenía una intención de llegar a un público general. NATI fue un proyecto personal muy especial que me llevó muchos años poder plasmarlo, es de no ficción, sobre un suceso doloroso que todavía nos interpela como sociedad. En cambio, El ojo negro y otros relatos, aunque pueden basarse en historias que han sucedido o me han impactado o interesado, es ficción donde dejo andar aquella parte que tenemos todos, de inventar y relaborar historias que andan sueltas, las tomamos prestadas por un rato y las volvemos a dejar que sigan su camino en otros, los lectores.
Este nuevo libro de Marcelo Impemba puede adquirirse en todas las librerías locales y en la página web de Espacio Hudson https://espaciohudson.com/.
