Gemas de Bustriazo Ortíz y algunos orfebres sacando lustre a su obra diciembre 2, 2022 – Publicado en: Poesía
Por Gisela Colombo
El viernes 18 de noviembre se presentó en Santa Rosa una joya de la poesía local: “Hasta mañana, Lengua” de Juan Carlos Bustriazo Ortíz. El evento se ordenó a explicar una labor que además de obra poética del más universal de los poetas pampeanos, puede considerarse también un estudio filológico destacable que convidó a estudiosos locales e intelectuales foráneos. El Editor, Cristian Aliaga (Espacio Hudson), y el periodista y poeta neuquino Andrés Cursaro, comparten en estas páginas algo de su investigación sobre el poeta pero también despliegan opiniones necesarias para la reconstrucción de una obra que aún no está completamente a la luz. Sergio De Matteo aportó a su vez archivos y datos bibliográficos esenciales para la conservación de esta poesía magistral. Leonardo Santesteban, representando al Diario La Arena en lo que refiere a su labor de difusión también fue voz de los pasillos que transitó el poeta mientras fue periodista allí. Pero la presencia de la viuda, Lidia Hernández de Bustriazo Ortiz, fue lo que dio mayor legitimidad y emoción al evento.
Este trabajo editorial debió llevar mucho tiempo y obligó a desempolvar antiguos pero vigentes estudios críticos.
El texto, que posee alrededor de cuatrocientas páginas en una edición de calidad en todo sentido, reúne “Elegías de la piedra que canta”, “Las Yescas. Canciones del enterrado”, “Las pinturas”, “Canción rupestre” “Los decimientos”, “Unca bermeja”, “Caja amarilla” y “Libro del Ghenpin”. Más tarde vendrá una sección de “Otros poemas y textos no datados”.
Con la misma importancia que se le concede a cada obra poética de Bustriazo aparecen los estudios de Andrés Cursaro, Sergio De Matteo, y un listado de textos dedicados a la obra del poeta, que incluye aportes de los dos críticos mencionados, del editor y otros pertenecientes a Julián López, Eduardo Milán, Edgar Morisoli, María Teresa Andruetto y María Negroni.
Para introducir al público en el conocimiento de este contenido central en la poesía pampeana, pero que, dicho con cierto humor en la presentación, padece hasta hoy “una privación ilegítima de la libertad” (Quien no conozca la historia puede consultarla https://youtu.be/A83Fb2nEYuY), nos permitimos reproducir aquí palabras del poeta y editor patagónico Cristian Aliaga, responsable de este libro pero también del rescate foráneo que viene haciéndose de la obra de Bustriazo desde la década del 90.
“Su relación de hondura metafísica con el paisaje, su empatía con los habitantes del campo y os arrabales ̶ y en definitiva su precisión verbal para revelar realidades profundas a través de un lenguaje de efecto chamánico o encantatorio ̶ sitúan su obra en un lugar impar dentro de la de sus contemporáneos.”
Lo que inicialmente es más folclórico, lingüísticamente tradicional y emparentado con la música popular, luego dejará ver la condición de vanguardista de este poeta extraordinario.
“Su experiencia de escritura fue crecientemente compleja, cambiante y poderosa. Ya en ‘Elegías de la piedra que canta’ (1969) el poeta produce un cisma en su propia lengua, funde su lenguaje con nuevos recursos para crear un sistema poético encantatorio, pampeano-surrealista, folclórico-universal. A partir de ese momento iniciará el periodo más brillante de su experiencia poética que tendrá su culminación especialmente en “Unca Bermeja” (escrito en 1973) y en una decena de obras de poesía de gran excelencia y belleza que van desde ¨Las Yescas. Canciones del Enterrado´ (1971-1972) hasta el libro de Ghenpin”.
En suma, el libro es una gema, pero cargada del mítico valor de aquello que, por maravilloso que fuera, fue sometido al silencio.
Fuente: El lobo estepario