Espacio Hudson publica la novela negra de un físico atómico de Bariloche julio 12, 2022 – Publicado en: Entrevistas

Por Lorena Roncarolo

«No es nada simple cometer un crimen y aceptar, conscientemente, que uno se ha transformado en un asesino». De esa idea partió Sergio Suárez, autor de «Deuda Interna (memorias de un asesino)», la historia de un hombre que se siente mal con la sociedad y luego, consigo mismo. Un relato sobre la falta de justicia y la idea de que el más corrupto es el que tiene más chances de salir inmune. Y sobre el accionar de un asesino serial que, hasta último momento, no se sabrá si resulta impune o no.

Suárez, doctor en Física, profesor del Instituto Balseiro y gerente de Producción de Radioisótopos y Radiofármacos en Fundación Intecnus, reconoce que escribe desde que tiene memoria. Nunca imaginó que algunos libros de León Tolstói y Fiódor Dostoyevski en los estantes de la biblioteca familiar marcarían su destino.

«Empecé a escribir conscientemente con la idea de hacer de literatura que diera lugar a pensar. Porque como científico me enseñaron a criticar. La crítica para mejorar. Y este libro es una crítica», indicó el escritor de 60 años, nacido en Lobería, provincia de Buenos Aires.

Planteó que “Deuda Interna» está escrito con un lenguaje “muy cotidiano» aunque no se trata de “literatura pasatista». También comentó que fue resultado de la pandemia.

Para su historia, Suárez se basó en las críticas a la política y el que “se vayan todos». “Es social. En la grieta, el más pobre o el más rico siempre le echa la culpa al otro. Ya en el libro Utopía, de Tomás Moro de 1516, figura esa crítica a la propiedad privada y a los gobernantes tiranos. Es una autoayuda para que un ciudadano individual logre una mejora colectiva. Y nada ha cambiado», planteó Suárez.

El protagonista de “Deuda Interna“ se propone empezar a matar, pensando en cada detalle y en cada posible víctima, para no ser descubierto. “Parece una utopía, pero en Argentina hay entre 2500 y 3000 asesinatos por año. De esos casos, hay un número que nunca es resuelto«, expresó.

“¿Por qué? -se preguntó-. En general, porque no hay medios para la policía o por exceso de poder».

Suárez insistió en que no se trata de una novela policial sino de una novela social. Y en relación a la historia, diferenció un asesino ocasional de uno serial. “En el primer caso, posiblemente la persona no quería hacerlo. Un asesino serial es egoísta y solo quiere matar para satisfacer su obsesión. Va entrando en un espiral. También está el asesino que encabeza una masacre en la que mata a varios. Es altruista. Está mal pero quiere dar un mensaje a la sociedad. Y si le dan tiempo, es posible que se suicide», detalló.

A lo largo del libro, el protagonista reflexiona, actúa, se confronta a sí mismo, se reafirma y vuelve a cuestionarse. Quien parece ser un justiciero en un primer momento de la historia, termina volviéndose un obsesivo que mata sin otro motivo que intentar que el pueblo se despierte y reclame por justicia.

“Es como un juego. El tipo está enfermo y no se da cuenta. Concibe la idea y empieza a estudiar cómo matar. Mata, se siente mal, quiere abandonar y cuando cree que hay otro que también está matando piensa que es la manera de librarse. No sabe a dónde está e intenta salir hasta el último momento«, relató su autor.

Suárez parte de que la literatura debe dejar ideas para dejar pensando al lector. “Siendo chico, mi papá me hacía leerle el diario. Se justificaba diciendo que tenía la vista cansada. Le leía entonces una noticia y la siguiente pregunta era: ‘¿y eso qué significa? Así me enseñó a leer», recordó Suárez que supo combinar la física como profesión con la escritura en sus ratos libres.

“Siempre me gustó la literatura, la economía y la ciencia -confió-. En la ciencia vi la posibilidad de conseguir un trabajo que me permitiera vivir. La física siempre me gustó y me resultó fácil. Nunca dejé de seguir la marcha económica y con internet, pude hacer cursos de administración de empresas. Y la literatura siempre me acompañó y cada vez que puedo, escribo».

A lo largo de “Deuda Interna», no hay datos concretos sobre el protagonista. Solo un puñado de indicios que llevan a construir su perfil. “No se sabe nada de él. Solo que subió a una cima y tiene el poder terrible de saber que puede matar. El libro pretende demostrar que no es necesario tener dinero. La idea es que el lector pueda jugar a preguntarse quién puede hacer esto. Y en realidad, hay muchas personas que pueden hacerlo», detalla Suárez, al tiempo que promete una segunda parte de la novela.

Fuente: Diario Río Negro

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